(A mi amiga Loli Piña)


MI QUERIDA LOLA



Lola ha decidido tras una breve pero intensa reflexión, no dejarse llevar por los recientes acontecimientos.
-Será lo mejor, demasiado rápido se ha desatado esta situación inesperada, y el solo hecho de reparar un segundo más en lo que está por llegar, sin duda será capaz de arrebatarme las fuerzas que necesito. Piensa mientras mira a través de la ventana.
Hace apenas una semana que su seno izquierdo ha sido manipulado por la extirpación de un tumor que ha crecido inconsciente en su mama.
A si que, buscando consuelo decide de pronto dejarse llevar por su pasión de escribir historias, pues de sobra sabe Lola, que es este un privilegio que le ha regalado la vida y decidida busca así una ventana abierta por donde escapar.
Con decisión, comienza hacerse cómplice de la serenidad que le da un espacio en blanco.
Pronto, las palabras escritas, armoniosas van tomando las riendas y dispuesta Lola se inicia en una historia donde una mujer valiente es su protagonista.
Cuando lleva escritas apenas seis líneas, el personaje ya tiene vida propia.
Es su musa mujer de fuerte carácter, pero sensible a la vez.
La escritora, va comprobando que la mujer que ha nacido de pronto crece entre las líneas y se cuela sigilosa en los miedos y temores de la autora.
-¿Que pasa, te siento inquieta? pregunta una voz desde algún lugar recóndito al que solo Lola tiene acceso.
-Has de saber que desde este momento ya no estas sola, he nacido para estar a tu lado- continua la voz -Te ayudare no lo dudes, nada debes temer si estamos juntas.-
-Mírate al espejo y acaricia tus senos parece ordenarla la voz con dulzura, mientras la estancia se va llenando de serenidad.
-Tu pecho, amamantador de vida en otro tiempo sigue contigo y te implora que lo mimes, que lo quieras.-
Lola escucha perpleja, y se acerca con pasos inciertos hasta el espejo del tocador y contempla su pecho desnudo, acaricia con sus manos el pequeño corte en la parte inferior de su mama que deja adivinar la limpieza de las manos del cirujano y se siente agradecida. -Podía haber sido peor- piensa.
De nuevo toma asiento y continúa asombrada la historia hasta darla un final. La mujer de dulce voz, sigue creciendo y los dedos de Lola parecen embrujados mientras escribe.
-Tú modelaras la situación no temas, estoy contigo y ahora que me has encontrado siempre me tendrás cerca, muy cerca y juntas conseguiremos salir adelante. “Nos va la vida en ello”-susurra su musa de nuevo.

Han pasado unas semanas y Lola visita la consulta en el hospital, parece inquieta, pero no está asustada y siente que el personaje que creía reposando sobre el escritorio no ha querido dejarla sola y es entonces que mira con seguridad a los ojos de la medica que ya tiene ante si los últimos resultados. Se dispone valiente a romper el hielo de la fría consulta adelantándose a las palabras de la experta.
-Sea clara doctora, a mi edad ya no se anda una por las ramas- dice resuelta.
-Bien si es así, interrumpe la doctora. Te diré que el tumor que hemos extirpado de tu mama, es malo y has de someterte a ciclos de quimioterapia y después se te radiara la zona afectada, has de saber también que pasaras malos momentos pero los nuevos tratamientos aunque agresivos suelen ser eficaces.-
Lola escucha serena a la vez que asombrada por su reciente templanza.
No quiere preguntar mucho más de lo que necesita saber y sale de la consulta con la impaciencia propia de quien siente una fuerte necesidad.
Y nota en el alma, como el personaje que nació y creció en una hoja de papel ha descubierto en ella su lado más valiente.
Asombrada repara de pronto en que aún no le ha dado un nombre y adelantándose de nuevo a sus pensamientos la dulce voz susurra en sus oidos bajito….me llamo Lola.