paseando entre palabras de amor

paseando entre palabras de amor

sábado, 10 de diciembre de 2011

LAS PALABRAS Y LAS FLORES
Allí estaban perfectamente dispuestas unas hojas en blanco, solitarias, limpias e inmaculadas Me acomode despacio en una silla y apoyé mis brazos en la mesa que tranquila me aguardaba.Miré durante largo rato las hojas serenas, vírgenes, generosas. Descubriendo en ellas que mi compañia reclamaban.Sin apenas percatarme noté que una diadema de musas se iba instalando sigilosa, meciendo entre sus frágiles brazos mi imaginario. Unos instantes después, llegó como una suave brisa la inspiración que algo inquieta buscó un trono entre los adorables elementos, que iban poblando la cálida estancia y me deje llevar en un torbellino de emociones que fueron liberando las palabras.

Escuché a la magia que reclamaba con firmeza un lugar donde acoplarse.
Cuando todas estuvieron en sus deseados lugares, mis dedos comenzaron a destilar aquella mezcla divina fue entonces que sin parar y con los ojos medio cerrados por tanto placer proporcionado, escribí y escribí cientos de palabras que encadenadas iban poblado las hojas, con la misma destreza que antes lo hicieran las musas la magia el deseo y la imaginación.
Transcurría el tiempo y los espacios en blanco se iban llenando de bellas palabras que no me atrevía a leer. Cuando no quedo un solo lugar donde escribir, deje las hojas sobre la agradecida mesa y agotada quedé dormida.
La luz se colaba sigilosa, estaba amaneciendo cuando desperté.
La curiosidad me llevó con impaciencia a abrir el ya formado libro y así fué que al acariciar sus apreciadas hojas, decenas de flores habían brotado en ellas donde antes había palabras.

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