EN UN RINCON DEL ALMA
Almacenó la nada en un rincón del alma
Y camino con todo a sus espaldas
Cuando sus ojos cansados divisaron el final del trecho del camino.
Y agotada, soportaba el pesado equipaje de su todo.
Recordó con triste melancolía su nada almacenada y olvidada
Y deseo con fuerza que volviera para hacer más liviana la llegada.
-¡Quizás no es tarde!- exclamó.
Y con el todo atravesando su quebrada espalda, desecho de un plumazo lo vivido y rescató del rincón toda la nada.
miércoles, 13 de julio de 2011
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