paseando entre palabras de amor

paseando entre palabras de amor

viernes, 15 de abril de 2011

LAS QUE VIVIMOS
La mujer camina hacía no sabe donde, atrás va quedando entre sombras dibujadas lo que fué su hogar en los últimos diez años.
Una maleta llena de sueños, un largo viaje sin destino cierto, da igual el lugar, el país, el continente, el deseo es iniciar una nueva vida libre de sombras, de perseguidores fantasmas, de opacidades que ya nada tienen que ver con la mujer que asoma hoy, libre de tanto, ¡¡ libre…hasta de ella misma!!
Camina despacio porque ya no tiene prisa, los pasos acompasados que dirigen ahora su futuro, mueven con cadencia una silueta fresca y flexible que se antoja serena y que pensó perdida. Hacia no sabe donde, sueña despierta con una mejor vida, necesita escapar en busca de libertad y desea que ese sueño lleno de lucha pronto se torne en realidad. Sin mas pensamiento que la huida, se encamina deprisa hacia aquel tren que parece esperarla, respira con mucha agitación, temerosa, su corazón late con rapidez cuando el tren, con un fuerte pitido anuncia su inmediata salida. Se agarra con fuerza a la barandilla y ya arriba comienza a respirar profundamente. Es la primera vez en mucho tiempo que aprecia en su piel, esa sensacion de libertad. Libertad que el mismo azul del cielo y el ancho de los campos va dando continuidad y así, esta nueva mujer, se deja llevar y resurge y se continua a través de las ventanillas, donde las imágenes pasan rápidas ofreciéndole sin más un amplio cielo, que se le antoja más azul que nunca y así, con la mirada puesta en el ancho de los campos, se va perdiendo quedandose serenamente dormida, sin importarla el tiempo.
Un fuerte pitido la trae de nuevo a la realidad de una estación que la invita a bajar.
Camina tranquila, el sendero dibujado sobre la espesa hierba la va llevando a un pequeño hotel algo abandonado donde una discreta y soleada habitación le aguarda para descansar hasta la luz de un nuevo día, ya el sol y sus mismos pasos la volveran 
a guiar cuando amanezca.
La claridad de un nuevo día se filtra por las persianas, el sueño ha sido placido y pronto reacciona. Hace una preciosa mañana de primavera, los pajaros trinan en las copas de los arboles. 
Comienza la busqueda de un destino soñado, una maleta cargada de sueños nunca cumplidos. Un equipaje que le pesa mas que su propia vida, una vida de la que no habia podido desprenderse, porque por mucho que huyera la llevaba siempre encima, no podia huir de si misma por que su propio deseo de ser libre, la atrapaba en una espiral de miedos, todo eso piensa mientras deambula por esas calles que se le antojan cercanas y de nuevo la misma sensación: "ya he estado antes en este lugar"... sería así? o tal vez es el mismo tumulto de pensamientos reiterados que vuelve a confundirme una y otra vez. Asombrada siente que aquel miedo que parecía querer axfisiarla durante tanto tiempo, de pronto se difumina en su alma para dar paso a una voluntad dormida en los últimos diez años que parece resurgir de las cenizas por momentos. ¡No, no olvidare! piensa mientras cruza una avenida que le guia hasta la playa. Ese lugar remoto en otro tiempo ahora se ofrece real y cercano para darle cobijo, allí comienza su vida por fin, sin mirar atras, sin miedos ni temores, sonriendole al sol mientras camina canturreando para si misma " Al Alba, Al Alba" hoy su mirada vuelve a brillar y todo aquello que un día pensó un imposible ahora es tan real como lo es ella.
Fué pasando por los días con la emoción de quien se enfrenta a una arriesgada aventura. Ya nada le ata al maltrecho pasado que ha engullido sus últimos años, ya nadie mas robara su derecho de estar viva. 
Una mañana de forma inesperada y para su sorpresa, cambió su manera de vestir, era lo mejor para no vivir con lo anterior y después cambió también su cabello, incluso el maquillaje que durante mucho tiempo no pudo lucir, era importante que nada la hiciera recordar su terrible pasado.
Buscaría un trabajo y haría algo diferente, como ayudar a mujeres en su situacion vivida, para ella era la mejor manera de vengarse de sus últimos diez años, crear una asociacion y ayudar las muchas mujeres que Vivian la misma experiencia de miedo y fustración. Junto con feministas y profesionales comprometidos deciden fundar una asociación con el objetivo de dignificar su existencia, abrir sus enormes alas y emprender el vuelo, por fin hacia un mundo elegido por ellas mismas donde no existe la maldita palabra posesión, ni tabú, ni vergüenza, ni dolor, un lugar creado únicamente para y por MUJERES LIBRES.
Y recordó por siempre las "Princesas" de León de Aranoa... y Manu (Chao) le salió a su encuentro y así reanudó su andar, llena de música y de entusiasmo, todo era nuevo, ahora “seremos princesas” se repitió, con una sonrisa dibujada al fin en su rostro. Con unos ahorros y ya más clara en sus ideas e ideales, optó por tomar las riendas de lo concreto y a la vez cotidiano, alquiló una humilde pero acogedora casita con varios ambientes; se dio el placer de elegirla en un bonito lugar. Unas horas antes lo había percibido. Esa misma tarde tomó intuitivamente un sendero que la llevó rodeada de verdes arboles justo allí: al que sería su refugio y el de tantas mujeres, de tantas como quisieran seguirla, era justo la casita que estaba al final del camino de la arboleda, el camino dibujado en el sendero de hierba espesa allá en la cima que anduvo el primer día de su libertad como mujer, el único lugar del pueblo donde se podía ver el mar, el mar a veces calmo, el mismo mar a veces embravecido. Se imaginó, que así serían los tiempos que las esperaban, más ellas estarían dispuestas cual guerreras incansables y abrirían fronteras, lucharían por las libertades y la dignidad de todas aquellas personas maltratadas, dejadas, humilladas. Y así, dedicada a sus ideas y la de millones de personas.
Un día sentada en el porche de aquella casita, notó que le faltaba algo mas, mucho mas confundida y temerosa pensó ¿tal vez alguien nos debía proteger? alguien que entendiera el problema con ellas, que estuviera muy comprometido con la causa. Pero ese pensamiento se hizo efímero, y entendió, que si no se protegían a si mismas nadie lo haría por ellas, ¡basta ya!, se dijo, protegernos de que y de quien?, eso seria como volver a empezar de nuevo y desandar el camino recorrido, aquí no hay lugar para...... y entendió también que en su vida quedaba aún algo del pesado equipaje, algo que debia dejar salir. Si, se sentía orgullosa y satisfecha con lo que hacia, pero faltaba algo primordial y otro nuevo proyecto de futuro le aguardaba con impaciencia. Escribir un libro para dejar plasmadas las historias vividas por ella y las de otras muchas mujeres y se aventuro de nuevo desprendida ya de todo lo anterior del mal que acechó impasible tanto tiempo trancurrido, tanto tiempo no vivido y así con la ilusión de rodearse de personas valientes recogió uno a uno sus testimonios y los dejo por siempre en una novela que dio el titulo "LAS QUE VIVIMOS".

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