Se le desnudo el alma una mañana
rompiendo las cadenas del temor
y descubrió en el lecho de su tiempo
que con solo una esperanza
podía forjar con ellas la ilusión
que siempre aguarda.
Y así aprendió a fundir
todo su cuerpo sin el frió pesar del desencanto
Y asombrado sintió
que pueden brotar llamas en el hielo
cuando el deseo con sus armas combate
en la triste batalla del dolor
(E.M.S)
sábado, 4 de febrero de 2012
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