Es mi pesebre un asilo de olvidoes mi presente la necesidades mi niño resplandor ocultoentre millones de ojos ciegos
Será la Navidad un año mas
testigo mudo de mi llanto
Mi Dios, tu Dios pasará de largo por mi casa.
Sonará en mi pecho un villancico
aprisionado por las garras del hambre
de negro vestirá la ilusión
no hay noche mas oscura
que la indiferencia.
La Navidad pasará de puntillas
y una vez mas lloraré por su ausencia
quedará la tristeza reflejada en mi rostro
me bañará el sabor en la piel de mi niño asustado
hasta otra Navidad que aguardaré en silencio.
(E.M.S)
Cada lágrima enseña a los mortales una verdad. (Platon)
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